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Nuestro Padre Jesús Nazareno
- Autor: Atribuido a Nicolás de Bussy
- Medidas: 164 x 58 x 66 cm
- Época: Siglos XVII- XVIII
- Técnica: Madera tallada y policromada
- Propiedad: Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno. Albudeite
Estudio histórico artístico
Tres son los datos destacables aportados por las fuentes documentales en relación a la extraordinaria imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Albudeite:
En primer lugar, el escrito aparecido en el Libro de Inventarios de la Hermandad de Jesús Nazareno de esta Villa de Albudeite 1813-1876 (año 1813, fol.25) donde se reseña: “Nota, en la espalda de la ymagen de Jesús Nazareno hay un papel doblado que dice apiádate de tu siervo Nicolás”.
El año 1927 donde se reseña ”Que se abonen dos pesetas por hermano para la función de Nuestro Padre Jesús en el segundo centenario” (Libro de Actas de Nuestro Padre Jesús 1876-1980). Por ello, el erudito Sánchez Maurandi dedujo que la talla pudo ser entregada en torno a 1727 (Historia de Mula. Libro III).
En el Año 1975 José Sánchez Lozano restauró, enlienzó y puso pestañas a la obra (Libro de Actas, 1876-1980).
Pese a tratarse de una talla de procedencia incierta y cuya autoría es difícil definir, aspectos técnicos en el tratamiento de la madera, el dramatismo místico del rostro y el naturalismo plástico al mostrar todo un repertorio de la sintomatología del dolor y sufrimiento corroboran la difusión de unos modelos derivados a partir de Trento, sin olvidar que la tipología de imagen de vestir, fenómeno genuinamente barroco, se vincula al objeto de culto de oratorio y devoción privada, característico desde mediados del siglo XVI (Martínez Burgos García, Palma p. 149); por ello, podría vincularse con la imaginería de finales del Seiscientos. Se sabe con certeza que la Hermandad se estructura y articula sus fundamentos en 1724 aunque esta obra podría haber sido realizada algún decenio antes. Pese a intervenciones espurias conserva un concepto de la expresión religiosa y la piedad entroncado con una profundidad mística de la cual no debía de estar muy alejado Nicolás de Bussy.
Se ha atribuido, siempre con reticencias al maestro estrasburgués. De hecho, esta talla podría adscribirse al obrador o taller de Nicolás de Bussy; en algún momento de inicios del XVIII se reponen algunas de sus partes, tales como el pie o las manos (una sola mano o las dos) pero dicha modificación es anecdótica pues no pierde un ápice de sus configuración general.
Se trata de una imagen de vestir que responde a las características generales de una de las iconografías más populares que desde la segunda mitad del XVI se insertan en la esfera de la religiosidad contrarreformista. Paralelamente se yergue la configuración de una cofradía que amparaba todos los ámbitos de la
vida religiosa, la asistencia y la ayuda caritativa a sus cofrades, tal y como se desprende de ella.
Por último, sería pertinente reseñar que es una obra catalogada como una pieza que populariza unas fórmulas estéticas estereotipadas, arquetipos aceptados por unas comunidades devotas que de alguna manera accedían a estas obras de discreta factura y precios asequibles.
En primer lugar, el escrito aparecido en el Libro de Inventarios de la Hermandad de Jesús Nazareno de esta Villa de Albudeite 1813-1876 (año 1813, fol.25) donde se reseña: “Nota, en la espalda de la ymagen de Jesús Nazareno hay un papel doblado que dice apiádate de tu siervo Nicolás”.
El año 1927 donde se reseña ”Que se abonen dos pesetas por hermano para la función de Nuestro Padre Jesús en el segundo centenario” (Libro de Actas de Nuestro Padre Jesús 1876-1980). Por ello, el erudito Sánchez Maurandi dedujo que la talla pudo ser entregada en torno a 1727 (Historia de Mula. Libro III).
En el Año 1975 José Sánchez Lozano restauró, enlienzó y puso pestañas a la obra (Libro de Actas, 1876-1980).
Pese a tratarse de una talla de procedencia incierta y cuya autoría es difícil definir, aspectos técnicos en el tratamiento de la madera, el dramatismo místico del rostro y el naturalismo plástico al mostrar todo un repertorio de la sintomatología del dolor y sufrimiento corroboran la difusión de unos modelos derivados a partir de Trento, sin olvidar que la tipología de imagen de vestir, fenómeno genuinamente barroco, se vincula al objeto de culto de oratorio y devoción privada, característico desde mediados del siglo XVI (Martínez Burgos García, Palma p. 149); por ello, podría vincularse con la imaginería de finales del Seiscientos. Se sabe con certeza que la Hermandad se estructura y articula sus fundamentos en 1724 aunque esta obra podría haber sido realizada algún decenio antes. Pese a intervenciones espurias conserva un concepto de la expresión religiosa y la piedad entroncado con una profundidad mística de la cual no debía de estar muy alejado Nicolás de Bussy.
Se ha atribuido, siempre con reticencias al maestro estrasburgués. De hecho, esta talla podría adscribirse al obrador o taller de Nicolás de Bussy; en algún momento de inicios del XVIII se reponen algunas de sus partes, tales como el pie o las manos (una sola mano o las dos) pero dicha modificación es anecdótica pues no pierde un ápice de sus configuración general.
Se trata de una imagen de vestir que responde a las características generales de una de las iconografías más populares que desde la segunda mitad del XVI se insertan en la esfera de la religiosidad contrarreformista. Paralelamente se yergue la configuración de una cofradía que amparaba todos los ámbitos de la
vida religiosa, la asistencia y la ayuda caritativa a sus cofrades, tal y como se desprende de ella.
Por último, sería pertinente reseñar que es una obra catalogada como una pieza que populariza unas fórmulas estéticas estereotipadas, arquetipos aceptados por unas comunidades devotas que de alguna manera accedían a estas obras de discreta factura y precios asequibles.
Estado de conservación
El estado de conservación de la obra era muy deficiente.
Se trata de una imagen de vestir, los enlienzados actuales se deben a José Sánchez Lozano, quien aprovecha parte de las estructuras originales de la obra añadiendo otros materiales nuevos.
La cabeza, manos y pié estaban completamente repintados. Una vez realizadas las pruebas de limpieza se comprobó que existían varias capas de repintes, llegando incluso a más de seis en las manos.
La estructura del cuerpo presentaba múltiples grietas y rotos, afectando principalmente a la tela del enlienzado.
Los análisis radiográficos muestran las distintas reformas estructurales que ha sufrido el conjunto, aparecen elementos reutilizados y otros descartados, como el hierro móvil que se utilizaba para mover desde abajo el brazo del Nazareno.
Se trata de una imagen de vestir, los enlienzados actuales se deben a José Sánchez Lozano, quien aprovecha parte de las estructuras originales de la obra añadiendo otros materiales nuevos.
La cabeza, manos y pié estaban completamente repintados. Una vez realizadas las pruebas de limpieza se comprobó que existían varias capas de repintes, llegando incluso a más de seis en las manos.
La estructura del cuerpo presentaba múltiples grietas y rotos, afectando principalmente a la tela del enlienzado.
Los análisis radiográficos muestran las distintas reformas estructurales que ha sufrido el conjunto, aparecen elementos reutilizados y otros descartados, como el hierro móvil que se utilizaba para mover desde abajo el brazo del Nazareno.
Proceso de intervención
- Analítica y toma de muestras.
- Limpieza mecánica, a base de aspiración y brochas de cerda suaves.
- Consolidación y sentado de color, inyectando los adhesivos y aplicando calor y presión.
- Limpieza química de las policromías, eliminando los repintes.
- Arreglo de grietas y fendas, cosido con espigas y adhesivos sintéticos.
- Estucado de las lagunas, con estuco tradicional de yeso y cola animal.
- Arreglo de las roturas y grietas del cuerpo, mediante resinas epoxi y espigas.
- Reintegración diferenciada de las lagunas mediante la técnica del regattino.
- Espigado y fijación del pié.
- Colocación de nuevo soporte para la sujeción de la cruz en el hombro.
- Arreglo de la unión de los brazos.
- Protección final del conjunto, aplicación del barniz pulverizado con pistola y compresor.