El Sagrado Corazón de la parroquial de Casillas, que bajo su advocación preside el altar mayor es una talla de aproximadamente 175 cm. de altura, atribuida tradicional e indistintamente a Francisco Sánchez Araciel (1851-1918) y a Juan Dorado Brisa (1874-1907), artistas ambos que desde finales del siglo XIX contribuyen a crear una visión renovada de la iconografía cristológica difundiendo nuevos arquetipos iconográficos derivados o entroncados con la tradición historicista. 
El primero fue hijo del insigne Francisco Sánchez Tapia y uno de los máximos difusores de la iconografía del Sagrado Corazón de Jesús en nuestra  Región; Dorado Brisa, llega a Murcia recién acabados sus estudios en la Academia de San Carlos de Valencia con motivo del concurso que abrió la Cofradía de la Concordia del Santo Sepulcro de San Bartolomé de Murcia; la biografía artística de éste es reseñada por A. Baquero Almansa en su Catálogo de los profesores de las Bellas Artes murcianos (Murcia, 1913, pp. 440 y ss.)

Se trata de una obra en madera policromada que remeda las múltiples imágenes que del Corazón de Jesús se han realizado desde la segunda mitad del Ochocientos. La imagen se erige sobre una peana de nubes con cabezas de angelotes y sobre un gran resplandor; descuella una talla decisiva en plegados, rostro, carnaciones y, otros detalles tales como el corazón flameante de extraordinario naturalismo. 
Iconografía del Sagrado Corazón de Jesús: 
Una de las primeras representaciones plástica de este tema fue una pintura de Pompeo Batoni en 1780. Pero, sin lugar a dudas, las más populares y hermosas, de las cuales derivan todas las actuales, son las ejecutadas por el escultor Thorvaldsen para Nuestra Señora de Copenhague, así como la pintura de Desvaliéres con idéntica temática. Como no podría ser de otra manera, será la ciudad de París, el barrio de Montmartre y el templo del Sacre Coeur quienes marquen la pauta y el contenido espiritual de una iconografía relativamente moderna, expandida por la Compañía de Jesús y pese a las constantes referencias, no fue Margarita María de Alacocque (Parayle Monial) y sus mística visiones sino que el origen de esta devoción habría que buscarlo en el normando Jean Eudes (1668, “Oficio del Sagrado Corazón”), fundador de los eudistas 
Devoción consagrada en 1685, partía de la reafirmación en las relaciones entre las diversas facciones o tendencias dentro del cristianismo; así, el acercamiento entre católicos, protestantes, jansenistas, etc… 
Para L. Réau los antecedentes de esta iconografía y devoción hunde sus raíces en el concepto tradicional del corazón como órgano vinculado a las pasiones carnales y místicas, de manera indistinta. Derivado del culto a la llaga del costado que se desarrolló desde finales del medioevo surgió la veneración al corazón; y así vemos en algunas estampas del Quinientos la unión entre las temáticas de la Pasión de Cristo y el Corazón o la simple representación, tan alusiva, del  Corazón atravesado por tres puñales y coronado de espinas (Lucas Cranach, A. Wierix).Sin olvidar la enorme difusión que en su día tuvo el corazón en función de lo espiritual a través del libro Scholacordis sive aversi a Deo cordis ad eumdem reductio et instructio (Amberes,1623. Benedicto van Haeften) 
El culto a la iconografía cordial fue muy intenso en la Francia del S. XIX, tras la Guerra Franco-Prusiana, una de cuyas reliquias monumentales más veneradas para los católicos es la gran basílica del Sagrado Corazón de Jesús en la colina que domina el bohemio barrio de Monmartre, ya mencionado. En España, son numerosos los lugares donde se erige la efigie imponente del Corazón de Jesús. Entre los distintos lugares del mundo, destacaríamos la ciudad de Río cuyo Corcovadoo Redentor (iconografía que deriva de la del Corazón de Jesús) transmite todo el carácter de la metrópoli carioca o el que preside la Huerta de Murcia desde Monteagudo.

BIBLIOGRAFÍA 
REAU, Louis “Iconografía del arte cristiano. Iconografía de la Biblia. Nuevo Testamento” Ediciones del Serbal, Barcelona, 1996, p. 52 
SEBASTIAN, Santiago “Contrarreforma y barroco” Madrid, 1985 p. 322 
MELENDRERASJIMENO, J.L. “La escultura del 98 en Murcia: impacto de la quiebra colonial “Anales de Historia Contemporánea. Universidad de Murcia, 1998 págs. 283 y ss. 

Se trata de una talla en madera con policromías y estofas sobre plata corlada. El estado de conservación era muy deficiente.
El paso del tiempo y las manipulaciones habían producido diferentes patologías, destacando las siguientes: una gruesa película de suciedad constituida por polvo, grasas y barnices. Ésta estaba muy desigual, apreciándose zonas con mayor cúmulo de suciedad. El manto rojo estaba completamente repintado, habiéndose respetado las decoraciones en oro originales. Se aprecian grietas y pequeñas fendas. También pérdidas puntuales de policromía y rozaduras. Dos dedos de la mano derecha estaban rehechos con pasta y trapo. La plata de la nube estaba muy oxidada y presentaba muchos repintes muy alterados.

1. Limpieza.

La limpieza físico-química de la película pictórica se ha realizado según zonas de colores.
- Manto rojo: Acetona / Ligroina / Etanol (a partes iguales).  Neutralizando con ligroina.
- Corazón: 20 ml de DMS + 30 ml de etilacetato.
- Túnica: Acetona / Ligroina / Etanol (a partes iguales). En zonas puntuales se usa el jabón resinoso ABA TEA.
- Interior manto: Gel de Ethomeen y amina de coco + agua.
- Interior mangas blanco: Gel de Ethomeen y amina de coco + agua.

2. Eliminación de la cera. 

La cera se ha eliminado con espátula caliente y papel absorbente.

3. Eliminación de herrajes.

Grapas y púas de la moldura inferior de la peana.

4. Reposición de las faltas de soporte.

Se tallan las dos falanges de los dedos que faltan en la mano derecha (anular y corazón).

5. Estucado de lagunas y de zonas de nueva talla. Con estuco a base de cola animal y sulfato cálcico.

6. Barnizado intermedio. 70% barniz retoques / 30% esencia de trementina.

7. Reintegración cromática (pigmentos aglutinados con barniz).

Reintegración diferenciada de todas las lagunas y roces y de las nuevas falanges de los dos dedos de la mano derecha (anular y corazón).

8. Barnizado final. 50% barniz retoques + 25% de barniz satinado + 25% de esencia de trementina. Aplicado con pistola pulverizadora.